4. Diseño,
aplicación y evaluación del programa de intervención
De acuerdo a lo evaluado para la formulación
clínica del comportamiento del paciente, se establece un diseño de intervención que produzca los resultados
esperados, de acuerdo a Castro y Ángel (1998), que cumpla las predicciones.
De acuerdo Vega (s/f), a manera de ejemplo esté
tipo de terapia cognitiva conductual esta constituido por varios modelos de
intervención, entre ellos:
- El Modelo ABCD de Albert Allis (Figura 1)
- El Modelo de la triada cognitiva de Aaron Beck (Figura 2)
- Los Modelos que enfatizan los factores del medio ambiente (ejemplo Figura 3)
- Los Modelos S-R y S-R-S (Figura 4)
- El Modelo de SCIENCE de M. Madoney (Figura 5)
- El Modelo Secuencial Integrativo de Ballesteros, Fernández y Carrobles (Figura 6)
- El Modelo SORCK, lo cual asignan una causalidad equilibrada entre factores cognitivos y ambientales en el origen y mantenimiento del comportamiento anormal (Figura 7)
Figura 1. Modelo ABCD de Albert Allis
Figura 2. Modelo de la Triada Cognitiva de Aarón Beck
Figura 3. Modelo Ecológico Bronfenbrenner
Figura 4. Variables en Modelos S-R y S-R-S
Figura 5. Modelo de SCIENCE de M. Madoney
Figura 6. Modelo Secuencial Integrativo de Ballesteros, Fernández
y Carrobles
Figura 7. Variables en el Modelo de SORCK
Aparte, como se indicó, el terapeuta en relación a lo cognitivo, le interesa identificar los sentimientos, pensamientos, creencias y actitudes del cliente en relación con su comportamiento problema y el comportamiento de los otros significativos; y a la vez, en el conductual se esmera en encontrar las consecuencias reforzantes que los otros significativos administran al comportamiento desadaptado del paciente.
Sin embargo, es necesario
evaluar regularmente los resultados de la intervención de acuerdo con las
predicciones de la formulación y hacer los ajustes y revisiones necesarias.
Este es un proceso dinámico y
se va modificando en la medida en la que se incorporar nuevos datos.
Es relación al tema, la otra
diferencia de la evaluación conductual a diferencia de la tradicional, es que es un proceso continuo de acuerdo
a Peterson y Sobell (1994, en Phares, 1999). Es decir, no es una valoración de
un solo momento, antes de dar lugar al tratamiento, sino que es un proceso que
se estará llevando a cabo antes, durante y después del tratamiento; en este sentido es ventajosa la
evaluación conductual, y que consiste como se observa en la Figura 8:
Figura 8. Evaluación en la intervención conductual
Las evaluaciones iniciales como son de diagnostico o conductas desadaptativas, el contexto de la intervención y los recursos del paciente ofrecerán los datos para la elaboración de un plan de tratamiento. En el progreso, la evaluación servirá de retroalimentación de cómo están desarrollándose las técnicas de intervención y servirá para construir la autoeficacia del paciente sistemáticamente.
Al terminar, el tratamiento proporciona datos objetivos en relación a como esta funcionando en comparación con los datos iniciales, este proceso ofrecerá datos sobre la recurrencia de la conducta de interés y aspectos ambientales riesgosos dando lugar a posibles recaídas.
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