domingo, 8 de noviembre de 2015

2. Definición del problema: recolectar datos de la evaluación


b)    Recolectar datos de la evaluación

De acuerdo a Kendall y Norton (1988), la evaluación cognitiva-conductual a diferencia de la evaluación tradicional, tienen estrategias distintas en las técnicas de recolección de datos y medidas de evaluación; y se tiene instrumentos distintos en naturaleza de interpretación.

Consideraciones del enfoque conductual a diferencia del tradicional

La evaluación de tipo conductual a diferencia de la tradicional, no sólo trata de obtener información al inicio de la intervención sino también después y durante de ella. En cambio la evaluación tradicional en este sentido, ha consistido en  obtener información sobre los pacientes sólo de forma informal durante la terapia. Pero la evaluación conductual cuenta con mediciones diseñadas para aplicarse varias veces durante la terapia a fin de hacer una evaluación mas exacta de los progresos y las necesidades cambiantes que puedan darse en el proceso de intervención con el paciente; buscando intervenir de una manera mas eficaz con información especifica, precisa y de utilidad como se ha estado observando en de los distintos formulaciones hipotéticas que se pueden hacer según el nivel que se manifiesta en el comportamiento.

La evaluación conductual se enfoca en los comportamientos y características ambientales observables directamente. A pesar de que la evaluación tradicional que pueden producir “retratos impecables e interesantes de personas” o un protocolo de psicodiagnóstico de Rorschach). La evaluación conductual presenta datos que ofrecen respuestas más claras y directas a cuestiones prácticas sobre que combinaciones de respuestas y situaciones están produciendo tensión en el cliente y cómo se pueden modificar esas respuestas y situaciones especificas a fin de estimular el bienestar del paciente.

Este paso en el proceso de evaluación, de acuerdo a Compas y  Gotlib (2002), consiste en:
  • Considerar que método se usará en la evaluación de los objetivos que fueron establecidos, lo cual tiene que ver con que instrumentos usar, por ejemplo la entrevistas clínicas  estructuradas, o no estructuradas, autoregistros, mediciones psicofisiológicas, autorreportes, observación directa de la conducta en el ambiente natural, etc.
  • La elección de estos métodos se verá influida por un conjunto de factores, por ejemplo, edad, porque no es el mismo trato de un adulto a un niño, de este otros a veces informan.
  • También hay que considerar la pregunta de canalización que tiene un papel importante.
  • Los procedimientos serán distintos también en base a la problemática que presente el cliente, no es lo mismo una disfunción sexual que un trastorno de ansiedad.
  • También estos métodos están influidas por la orientación teórica del psicólogo y por el sistema taxonómico del padecimiento.
  • Considerar la confiabilidad y la validez de los instrumentos de medición.

Técnicas e instrumentos para recolectar datos de información

Phares (1999) analiza algunas estrategias metodológicas típicas de la evaluación cognitiva-conductual

La entrevista

Es un intercambio de información, donde la meta básica es identificar las conductas problema especificas, los factores situacionales que mantienen la conducta problema y las consecuencias que son resultado de esa conducta. Debido a eso Goldfricd y Davison (1994, en Phares, 1999) el clínico desea obtener una impresión general del problema que presenta el sujeto y de las variables que parecen mantener la conducta problema. Se explora datos históricos relacionados y hace una evaluación de las fortalezas como de los intentos que el paciente ha hecho en el pasado por superar su problema. También es de importancia las expectativas que se tiene de la terapia. Existen entrevistas diagnosticas estructuradas.




Figura 1. Herramientas de evaluación cognitivo conductual (Vega, s/f)

Métodos observacionales

Estos métodos son empleados en la evaluación conductual, implica la observación directa de la conducta, en los cuales pueden participar los clínicos, observadores entrenados, compañeros y los mismos sujetos a intervenir como observadores.

a.    Observación naturalista

Esta técnica se utiliza para evaluar y comprender la conducta, proporciona una imagen del comportamiento de los individuos en la realidad, sin intervención del filtro de los autoinformes, inferencias o de otras variables potencialmente contaminantes. Sin embargo en términos prácticos son difíciles y costosos debido a mantener observadores entrenados y con disponibilidad, es fácil hacerlo con niños con deficiencia mental o grupos similares, también en medios protegidos e institucionales. Es posible que algunos casos se pueda utilizar observadores allegados al paciente como conyugue, maestros, amigos, enfermeras, etc. Y en otras, que el mismo paciente se autoobserve.

Así que por razón de lo complicado que puede resultar este método para un clínico, la mayoría de ellos ha optado por métodos más sencillos pero más eficientes que los tradicionales.

Se han hecho evaluaciones a través de observaciones en varios escenarios, entre ellos:
  • Observaciones en el hogar

Es un lugar que de manera natural se puede llevar a cabo  y adaptar sin demasiadas sorpresas. Un sistema conocido para este propósito es el Sistema de Calificación Conductual, que desarrollo Patterson (1977) y sus colaboradores. Otro sistema de observación fue el de Hops y colaboradores (1987), quienes codificaron las interacciones familiares en los hogares de mujeres deprimidas y encontraron algunos factores conductuales relacionados con su depresión.
  • Observaciones en la escuela

Para este escenario se han elaborado una variedad de sistemas de codificación que se usan en estos ambientes, uno de ellos es el Manual de Códigos de observación en el aula de  O’Leary  (1967) y colaboradores.
  • Observaciones en el hospital

Esta técnica se ha usado en hospitales psiquiátricos o en instituciones con individuos de deficiencia mental. Entre los instrumentos de mayor uso esta la Escala Wittenborn de Calificación Psiquiátrica (Wittonborn, 1955). Tal instrumento se compone de 52 escalas, cada una de ellas evalúa ciertas características del paciente.
Otro instrumento en este escenario es la Lista de Verificación Conductual de Muestreo de Tiempo (TSBC), desarrollada por Gordon Paul y sus colaboradores (Mariotto y Paul, 1974). La cual se usa con pacientes psiquiátricos crónicos.

b.    Observación controlada

En ocasiones el fenómeno a evaluar, no sucede con frecuencia en el contexto natural, lo cual puede hacer perder tiempo y recursos esperando que se manifieste, por lo tanto como una manera de solucionar esto, a veces eta técnica se lleva a cabo en situaciones controladas donde se puedan producir las muestras de conducta por parte del los pacientes. Estas son prácticamente pruebas situacionales más o menos similares a la vida real y ahí se hacen observaciones directas de la manera en que reaccionan los sujetos de estudio.

Técnicas de ejecución controlada

Son técnicas donde se recrean situaciones de manera restringida o en pequeño, en la que el clínico le permite observar la conducta del paciente bajo ciertas condiciones, lo cual le ofrecen un potencial de control y estandarizado. Existen pruebas de para evaluar la ansiedad, fobias crónicas, la evitación conductual, etc. Es esencial que se analice de manera cuidadosa las características de demanda de la situación y que cumpla en revelar la conducta del paciente en la vida real. De acuerdo a Sturgis y Cramling (1988, Phares, 1999), también en ciertas ocasiones, las técnicas de ejecución controlada usa evaluaciones de tipo psicofisiológico para llevar a cabo estudios en ambientes tanto clínicos como de investigación.

Automonitoreo

Ante lo costoso en tiempo y dinero de los métodos observacionales en la evaluación conductual, los clínicos han dependido cada vez más de este método de automonitoreo, que consiste en que le paciente observa y registra sus propias conductas, pensamientos y emociones. En los que se les solicita a los pacientes que hagan uso de bitácoras o diarios conductuales en cierto periodo, donde se analiza un registro de frecuencia, intensidad y duración de la conducta objetivo:

Esta información es útil tanto para el clínico como el paciente porque dice que frecuencia tiene la conducta clave; puede ayudar a que el paciente se enfoque en la conducta indeseable y tratar de reducirla, o sea tiene un fin terapéutico a la vez; también los mismos pacientes puede darse cuenta de la relación que existe entre sus acciones y las situaciones ambientales que las provocan. Si no hay entrenamiento, los mismos pacientes pueden caer en impresión o distorsionar la información de los registros; y otros a mostrar resistencia a la técnica.

Phares (1999), menciona que el clínico debe de asegurarse que los datos que obtiene a través de estas estrategias metodológicas como entrevistas pruebas u observaciones sean realmente confiables. Porque existen factores que los pueden alterar:

a.    Complejidad de la conducta objetivo

Es decir entre mas compleja llegue a ser la conducta a observar, hay posibilidades de aumentar la falta de confiabilidad. Es necesario establecer conductas muy especificas para disminuir tal condición.

b.    Entrenamiento de observadores

En este sentido y  según Postor, Bell-Dolan y Burge (1988, en Phares, 1999) un entrenamiento cuidadoso y sistemático de los observadores es una tarea esencial contra el error. Es adiestrarlos a saber sobre qué medirán, su definición, desarrollar objetividad, en un momento ser monitoreados a través de un calificador independiente y hacer retroalimentación con los observadores.

Variables que afectan la validez de contenido

En la evaluación conductual, en la obtención de datos e información existen variables que afectan la validez, sin embargo al llevar a cabo una evaluación conductual los clínicos deben asegurarse de que sus datos sean lo más confiables posibles.  Se dan diferentes tipos de valide y se trata de obtener la idea más directa de cómo manejan en realidad los clientes los aspectos de la vida,  Estas son: validez de contenido, recurrente y de constructo.

Phares (1999) también señala ciertas variables que afectan la validez del método observacional.

a.    Validez de contenido

En una observación conductual se necesita incluir las conductas que se saben que serán importantes para la investigación o para los propósitos clínicos específicos.

b.    Validez recurrente

Esto consiste en preguntar si las calificaciones observacionales del propio observador corresponden a las de otras personas en tal caso pueden ser maestros, conyugue, amigos, etc. Personas que están haciendo observaciones en el mismo contexto temporal.

c.    Validez de constructo

Un sistema de observaciones tiene como base un esquema teórico implícito o explicito, donde dicha conducta a observar y sus características, se analizaron de un esquema del aprendizaje social que la describe como resultado de las interacción social con el entorno.

d.    Mecánica de la calificación

En los sistemas observacionales es necesario que se elija una unidad de análisis. Esto consiste a saber la extensión del tiempo de observaciones, al tipo y número de respuestas que se estarán considerando del fenómeno a estudiar. También es necesario la forma en que se asumirán las calificaciones, además de esto se debe desarrollar un procedimiento de puntuaciones. En un proyecto todos los observadores necesitan usar el mismo procedimiento.

e.    Error del observador

Que tiene que ver con realizar sesiones previas de entrenamiento cuidadoso para los observadores, con sesiones periódicas de revisión, ya que cualquier observador es vulnerable de cometer errores y pasar por alto ciertas cosas o pensar que vio algo cuando en realidad no fue así.

f.      Reactividad

Se refiere a que en ocasiones los sujetos de estudio reaccionan ante el hecho de que se les está observando y realizan acciones distintas a como se comportan habitualmente presentando una imagen que no es la real. El peligro de esto es que a al observador se le pase por alto.

g.    Validez ecológica

Tiene que ver en realidad si el clínico está obteniendo muestras verdaderamente genuinas de la conducta del paciente o participante. Es decir, una conducta puede resultar ser típica del cliente o producto de un estímulo poco característico. Al respecto, es analizar cuidadosamente si las muestras observacionales son realmente representativas.

Phares (1999) concluye que para mejorar el grado de confiabilidad y validez de las observaciones  se pueden usar adicionalmente  algunas estrategias como:

a.    Métodos de role playing

Es una técnica, consiste en un tipo de ensayo conductual, en si es una forma de recrear una situación más completa y exigente, que se ha usado en la evaluación conductual, principalmente en el entrenamiento habilidades sociales y asertividad. No se ha estudiado demasiado sus bases metodológicas como sistema de evaluación.

b.    Inventarios y listas de verificación

Consiste en que el clínico usa técnicas de autoinformes para identificar conductas, respuestas emocionales y percepciones acerca del ambiente. En este sentido se esta refiriendo a todo tipo de inventarios o escalas de medición. Aquí con estos instrumentos el foco de atención es la conducta. También los inventarios se han hecho para evaluar la percepción de una persona acerca de su ambiente social. Hay inventarios que evalúan los ambientes que tanto son aptos para ofrecer oportunidades para las relaciones del sujeto de estudio.

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